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Nuria Oliver lidera un macroproyecto impulsado por la Presidencia de la Generalitat Valenciana con tres grandes ejes de actuación para la lucha contra el coronavirus: el análisis de la movilidad, los modelos de epidemiología y el estudio de datos en general.

¿Podría resumirme los principales resultados alcanzados hasta el momento por el equipo de investigadores que lidera?

Sí, efectivamente tenemos tres áreas de trabajo y estamos trabajando desde finales de marzo en estas tres áreas. El primero es el área de análisis de la movilidad agregada y anonimizada dentro de la Comunidad Valenciana porque sabemos que la movilidad es clave para definir la propagación de la pandemia: si la gente no se mueve, la pandemia no se propaga. Lo que hemos encontrado en el análisis de movilidad es que ha habido un descenso muy significativo de la movilidad tanto procedente de fuera de la Comunidad Valenciana hacia la Comunidad Valenciana, como movilidad dentro de la propia Comunidad Valenciana. Tomando como referencia un día laborable de noviembre, observamos unos descensos de los niveles de actividad en media de más de un 60%. También hemos analizado el impacto de la campaña de quedarse en casa y hemos obtenido un gran cumplimiento por parte de la población valenciana de esta campaña de quedarse en casa. Si miramos el porcentaje de población que no sale de su área de residencia, encontraos que, en media, en los días laborables tenemos aproximadamente un 88% de la población que permaneció en su área de residencia, entendiendo el área de referencia como una celda definida por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que abarca como varias zonas de casa, dependiendo del número de habitantes de la población es más grande o pequeña esta celda. En días festivos este índice de quedarse en casa, en media, se eleva en un 92% y, simplemente por comparativa, un día laborable de noviembre este índice era de un 70%. Ha habido un aumento muy significativo.
El segundo grupo de trabajo es de elaboración de modelos epidemiológicos computacionales que nos permitan predecir la progresión de la pandemia y que también nos permitan elaborar diferentes escenarios en función de diferentes supuestos. Por ejemplo, en función de diferentes medidas que se puedan adoptar de contención de la movilidad y de distanciamiento social. Estamos trabajando con dos tipos de modelos. La primera familia de modelos se llama “metapoblacionales” y trabajamos con un modelo 6. El segundo modelo de agentes, en particular estamos trabajando con una herramienta que se llama Reina. En ambos casos hemos podido estimar qué habría pasado si no se hubiesen adoptado ningunas medidas, por ejemplo, versus lo que ha pasado en la realidad. Los modelos nos dicen que, si no se hubiese hecho nada, habría habido más de 400.000 casos reportados y potencialmente más de 50.000 fallecidos. El impacto de estas medidas de confinamiento de la propagación de la pandemia ha sido muy grande.
Y el tercer área de trabajo que es el área en la que está colaborando más activamente la Universidad Miguel Hernández, es el área de ciencia de datos para la lucha del COVID19 y dentro de esta área, el proyecto más grande que hemos lanzando es un cuestionario, una gran encuesta ciudadana llamada ‘Covid 19 Impact Survey’, que es una de las más grandes, ahora mismo, que se ha lanzado con más de 200.000 respuestas y que nos permite, siendo muy corta porque son solo 25 preguntas, contestar y entender la situación y la percepción de la ciudadanía en un conjunto de áreas muy importantes: el comportamiento social, el impacto laboral y económico, la resiliencia  hacia las medidas del confinamiento, el estado de salud físico y el emocional. También hemos descubierto o identificado una serie de patrones muy interesantes a través del análisis de las respuestas a esta encuesta. Destaca, sobre todo, la solidaridad de la ciudadanía con respecto a las medidas. La encuesta la analizamos semanalmente, está lanzada permanentemente y hacemos diferentes oleadas cada semana, de manera que podemos analizar la progresión de la sociedad conforme van pasando las medidas de confinamiento y conforme va evolucionando la pandemia. Desde el principio, la primera oleada fue el último fin de semana de marzo hasta ahora, es decir que ha pasado más de un mes, la respuesta más común respecto a cuánto tiempo piensan los participantes que podrían permanecer en confinamiento, la respuesta más común sigue siendo un mes, un mes más tarde sigue siendo un mes… Pero, sí que es verdad que el porcentaje de personas que reportan que ya no aguantan más o que solamente aguantan una semana o que solo aguantan dos semanas, esas tres franjas, ha aumentado significativamente en las últimas dos semanas versus las primeras semanas del confinamiento. En decir, obviamente, la resiliencia ha ido disminuyendo. La prevalencia de síntoma también ha ido disminuyendo. En la primera oleada, a finales de marzo, había un 16,6% de los participantes reportaban tener alguno de los síntomas del coronavirus y, ahora en la última oleada, ese porcentaje ha bajado en un 11,8%. Es decir, de la misma manera que ha ido disminuyendo el número de casos en la pandemia, también lo vemos reflejado en la prevalencia de síntomas. Con respecto al teletrabajo, sí aumentó durante las dos semanas de confinamiento laboral e, incluso la primera oleada había aproximadamente un tercio de los que reportaban trabajar, reportaban teletrabajar, y, ahora en la última oleada, ha descendido ese porcentaje a un 25,5%. Finalmente, el impacto emocional, que es una dimensión también interesante, sí que encontramos un aumento de los que reportan tener algún impacto emocional, que ha aumentado de un 26% en la tercera oleada, que es donde incluimos esta pregunta nueva, a un 32% en la última oleada. Y el impacto más grande es el uso excesivo de la tecnología con diferente a otros impactos. Y el segundo, desde el punto de vista emocional, el más reportado es ansiedad, seguido de estrés. Aquí quizás uno de los resultados más llamativos es que, entre la gente joven, los jóvenes menos de 29 años son los que reportan niveles de ansiedad, discusiones en el hogar y estrés más altos que en otras franjas de edades.
¿Cómo está siendo de complejo el proceso de colaboración de un equipo como el suyo, de gran tamaño y multidisciplinar?
 Por está siendo genial, la verdad. Es una de las experiencias, o de los aspectos, más gratificantes de este trabajo. Además, de sentir que estamos ayudando con nuestro trabajo. Pero, el equipo es estupendo. El compromiso, la pasión, la dedicación, trabajando todos altruista y voluntariamente… Tantas semanas sin parar, fines de semanas, festivos. Es algo realmente emocionante. Gracias a la tecnología podemos trabajar, sino sería imposible. Es un equipo 100% virtual que incorpora investigadores desde la Universidad Jaume I de Castellón hasta la Universidad CEU y la Universidad Miguel Hernández. Utilizamos todo tipo de herramientas para poder estar contactados. Todos los días yo organizo una reunión de equipo a las 09:30. La asistencia es muy buena, a pesar de que han pasado ya muchas semanas. En esa reunión planificamos el día, hacemos brainstorming de ideas, de análisis, establecemos prioridades. Luego utilizamos ‘Slack” como herramienta de comunicación diaria. No utilizamos email. Y, luego, tenemos un repositorio privado de GitHub y utilizamos repositorios privados de almacenamiento en la nube de OneDrive for Education de Microsoft. La verdad es que está siendo una experiencia muy gratificante y positiva.
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«Uno de los resultados más llamativos es que, entre la gente joven, los jóvenes menos de 29 años son los que reportan niveles de ansiedad»

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¿Está siendo sencilla la colaboración de empresas privadas e instituciones públicas para la obtención de información?
 El equipo es mayoritariamente miembro de las universidades y centro de investigación de la Comunidad Valenciana. A nivel privado lo que tenemos un voltarios de Microsoft que ha permitido trabajar, prácticamente, a tiempo completo ayudando con su principal foco: la ayuda en la encuesta, que lleva mucho esfuerzo de programación también, porque al mismo tiempo hemos puesto un portal de visualización de los resultados, porque la encuesta ahora está ampliada a muchos idiomas. Luego, contamos una licencia gratuita de empresa de visualización de información, y la tenemos para el contexto de trabajo del Covid19, pero no tenemos, ahora mismo, salvo el voluntario de Microsoft a ningún miembro permanente del grupo que sea de una empresa privada.
¿Cree que la Ciencia de Datos y el Big Data están jugando un papel crucial para controlar la pandemia?
Sin duda. Y más que deberían jugar y que jugarán en el futuro.
Sabemos que varios miembros del instituto CIO se encuentran en este momento colaborando con usted en su equipo de investigación. A este respecto, ¿cómo considera de relevante la participación de estos en el proyecto? 
Estupenda también, extraordinaria. Como he comentado. La dedicación, la pasión, el compromiso y, también, las ganas de contribuir de hacer análisis o de ayudar son muy grandes. Y luego, la colaboración entre miembros de diferentes universidades e instituciones que quizás no se conocían de antes. Estas tres áreas de trabajo son multidisciplinares y también multinstitucionales. Es decir, en el área de movilidad está coordenada por un profesor de la UGI, pero hay personas de la UA que están colaborado. En el área de epidemiologia está coordinada por un profesor del CEU pero hay miembros de muchas otras universidades. Y en el área de ciencia de datos igual, está coordinado por un profesor de la UGI pero hay miembros de otras ciudades. Entonces, la experiencia es muy positiva y un ejemplo muy inspirador de compromiso por parte de la sociedad civil, de la comunidad científica y colaboración del equipo para el bien común.

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